Al llegar, el Mago de Oz les pidió matar a una bruja malvada, pero Dorita nunca había enfrentado a nadie. Sucedió así que cierto día, mientras la niña sacaba agua de un pozo, la tiró sin querer sobre la ropa de una señora extraña, inmediatamente ésta empezó a desaparecer: se trataba de la bruja malvada que no toleraba el agua. Dorita cumplió así, sin saberlo, las órdenes del mago.